Francisco de Goya
Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el Romanticismo.
Además, su obra refleja el convulso periodo histórico en que vive, particularmente la Guerra de la Independencia, de la que la serie de estampas de Los desastres de la guerra es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y componen una visión exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición.
La maja desnuda
Aunque se ubica dentro de la estética del neoclasicismo, como otras del mismo pintor, esta obra de Goya es audaz y atrevida para su época, como audaz es la expresión del rostro y actitud corporal de la modelo, que parece sonreír satisfecha y contenta de sus gracias. Más aún, es la primera obra de arte (conocida) en la cual aparece pintado el vello púbico femenino, lo cual resalta el erotismo de la composición.
La historia de la obra está llena de peripecias: en 1807 Fernando VII se la confiscó a Godoy, y en 1814, la Inquisición decidió secuestrarla por "obscena" e iniciarle un juicio a Goya. De tal juicio el pintor logró la absolución merced al influjo del cardenal don Luis María de Borbón y Vallabriga, pero la pintura quedó depositada fuera de la vista del público prácticamente hasta inicios del siglo XX.
La Adoración del nombre de Dios o La gloria
La obra, en su ejecución final, refleja los estereotipos de la pintura religiosa católica tardobarroca. Se disponen dos grupos de ángeles a los lados que enmarcan una escena central presidida por el símbolo de Dios padre, un triángulo equilátero con su nombre inscrito. Pese a que los grupos están situados a alturas diferentes, la impresión final es un tanto estática, y predomina una línea de composición en aspa pese al intento de Goya de situar las líneas de fuerza en forma de aspa, cruzadas en el centro del cuadro.
El albañil herido
La obra difunde iconográficamente un edicto de Carlos III que regulaba la construcción de andamios y que fomentaba las medidas de seguridad en la construcción y solicitaba indemnizaciones a los maestros de obras por los accidentes laborales producto de las deficiencias en los andamios.
La confección de tapices para las dependencias de la realeza española había sido un empeño de los Borbones que se ajustaba al espíritu de la Ilustración, pues se trataba de una empresa que fomentaba la industria de calidad.
San Bernardino de Siena predicando ante Alfonso V de Aragón
Se considera que es una de las obras religiosas más logradas de Goya pasando por el reflejo de la religión de esoso tiempos la importancia del tema.
Hasta 1787 no vuelve a abordar la pintura de religión, y lo hace con tres lienzos que el rey Carlos III le encarga para el.
Asalto de ladrones
La década de los noventa (1793-1799)
En 1792 presenta un discurso en la Academia donde expresa sus ideas respecto a la creación artística, que se aleja de los supuestos idealistas y de las preceptivas neoclásicas vigentes en la época de Mengs para afirmar la necesidad de libertad del pintor, que no debe estar sujeta a
estrechas reglas. Según sus ideas «la opresión, la obligación servil de hacer estudiar y seguir a todos el mismo camino es un obstáculo para los jóvenes que profesarán un arte tan difícil». Es toda una declaración de principios a favor de la originalidad, de dar curso libre a la invención y un alegato de carácter decididamente prerromántico.
Los desastres de la guerra
El periodo que media entre 1808 y 1814 está presidido por acontecimientos turbulentos para la historia de España, pues a partir del motín de Aranjuez Carlos IV se ve obligado a abdicar y Godoy a abandonar el poder. Tras el levantamiento del dos de mayo dará comienzo la llamada Guerra de la Independencia.
Saturno devorando a un hijo
Con el nombre de Pinturas negras se conoce la serie de catorce obras murales que pinta Goya entre 1819 y 1823 con la técnica de óleo al secco sobre la superficie de revoco de la pared de la Quinta del Sordo. Estos cuadros suponen, posiblemente, la obra cumbre de Goya, tanto por su modernidad como por la fuerza de su expresión. Una pintura como Perro semihundido se acerca incluso a la abstracción; muchas otras son precursoras del expresionismo pictórico y otras vanguardias del siglo XX.
Gustave Courbet
El sueño1866
Trataba un tema morboso para la época en que vivió el artista: la relación sexual entre dos mujeres. Aún es objeto de debate si se trata sólo de representar el sueño inocente de dos amigas o se trata de una obra sobre el amor lésbico.
El origen del mundo
Su naturalismo combativo es patente en sus desnudos femeninos, donde evita las texturas nacaradas e irreales tomadas de la escultura neoclásica. Plasma formas más carnales e incluso el vello corporal que habitualmente se omitía en los desnudos académicos.
L'origine du monde (nombre que no se le atribuyó hasta comienzos del siglo XX)
Entierro en Ornans
La obra pictórica de Gustavo Courbert (segunda mitad del siglo XIX), pertenece al Realismo, un movimiento cultural que se manifiesta sobre todo en la literatura y en la pintura, entre 1840 y 1880. Nace en Francia para después llegar a Inglaterra.
El taller del pintor, llamado Alegoría real o El estudio
Este Realismo se explica por los cambios que aparecen en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, provocados por la Revolución Industrial, que trae el triunfo del capitalismo liberal y con él la explotación de las masas, cuyo reflejo será el fuerte movimiento obrero y la mala situación socio-económica en la que vive la mayor parte de la población, y que hizo que los pintores realistas tomaran parte a favor de las grandes masas llevándolas al arte. Otro hecho que explica este realismo es el avance tecnológico, con la aparición de la fotografía y el desarrollo del Imperialismo.
El estudio
A pesar de sus polémicas, llegó a disfrutar de éxito. Se le otorgó la medalla de la Legión de Honor, pero la rechazó. Afirmaba que quería morir «como hombre libre, sin depender de ningún poder ni religión», si bien accedió a participar en el breve gobierno de la Comuna de París de 1871. De él, el filósofo Proudhon, «padre» del anarquismo, quiso hacer un pintor proletario. Creía que el arte podría subsanar las contradicciones sociales. Admitía su compromiso con el socialismo y con el realismo cuando afirmaba: ""Acepto con mucho gusto esta denominación. No solo soy socialista, sino que también soy republicano, y en una palabra partidario de cualquier revolución y por encima de todo realista... realista significa también sincero con la verdadera verdad.
excelente selección
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